viernes, 7 de diciembre de 2007

Doe Run en La Oroya: no a la prórroga del PAMA

6 Diciembre del 2007


Doe Run Perú: Utilidad (Pérdida) Neta y Remesas a EEUU.
Por: Humberto Campodónico

La empresa Doe Run, que compró el complejo metalúrgico de La Oroya (privatizado en 1997), dice que tiene problemas económicos y financieros, por lo que no puede cumplir con el Plan de Adecuación de Manejo Ambiental (PAMA), pidiendo su prórroga hasta el 2011. La empresa ya ha logrado que, en tres oportunidades, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) modifique o postergue sus compromisos asumidos.

Hoy, Doe Run quiere postergar la construcción de la planta de ácido sulfúrico, por un valor de US$ 100 millones, para disminuir la contaminación de dióxido de azufre, que hace que los hijos de los mineros tengan mucho más plomo en la sangre que el límite permisible por la OMS. Esto ocasiona, posiblemente en forma irreversible, daños neurológicos y deficiencias de aprendizaje. Además la presencia de altos niveles de arsénico en suelo y aire representan un riesgo de cáncer para los residentes. Esta sola situación hubiera motivado que el gobierno de cualquier país que se respete rescinda el contrato de privatización con Doe Run por incumplimiento, al mismo tiempo que garantiza el funcionamiento de la mina (por tanto, los empleos) y la puesta en marcha del PAMA, mientras busca un nuevo socio estratégico para el Complejo.

Pero no. El gobierno y el MEM han priorizado los intereses de la empresa por encima de la salud de los niños. De su lado, Doe Run, consciente de las dudas del gobierno (y de la conducta más que dudosa de algunos funcionarios), ha aprovechado para poner de su lado a los trabajadores (bajo la amenaza de la pérdida de empleo), así como a otros funcionarios municipales y del gobierno regional.

La cosa no queda allí. Sucede que los "problemas económico-financieros" que evoca Doe Run tampoco son ciertos, como lo demuestran los estudios de Juan Aste (Grupo para la Promoción del Desarrollo de los Andes). En efecto, de 1998 al 2004, la empresa declara pérdidas por US$ 86,1 millones (casi no pagó impuestos tampoco). Sin embargo, en el mismo período, remesó a EEUU US$ 51 millones a los tenedores de bonos y US$ 71 millones a la Casa Matriz por "honorarios". Además: "Seis días después de comprar Metal Oroya, la flamante empresa le otorgó un préstamo en efectivo por US$ 125 millones a su accionista directo, Doe Run Mining", en lugar de invertir en sus operaciones o adelantar los proyectos de materia ambiental que se había comprometido a desarrollar" (El Comercio, Día 1, 30/01/2006). Hay más. Doe Run ha sido acotada por SUNAT por US$ 108 millones por haber utilizado el DS 120 94 EF (promulgado por Camet) para revaluar activos y luego volverlos a depreciar. Lo mismo hicieron diversas empresas eléctricas (Edelnor, Luz del Sur, Edegel) y la minera Barrick, lo que significó cerca de 2,000 millones de soles en impuestos no cobrados: la "farra fiscal al revés". Sigue. La SUNAT también ha acotado a Doe Run por crédito tributario relacionado con el IGV por US$ 43 millones (periodo 1999-2001), más US$ 20,1 millones por el 2002 y el 2003 (Informe 10 – Q a la Securities and Exchange Commission de EEUU, 31/07/05).

La situación es clara. Estamos frente a una empresa tramposa. Por tanto, el gobierno no debe aceptar el cambio en las reglas del juego, es decir, la prórroga del PAMA, y debe proceder a rescindir el contrato. No puede haber conciliación con quienes incumplen sus obligaciones económicas y ambientales, dañando la salud de los niños peruanos. ¿Son los niños de La Oroya ciudadanos de cuarta o quinta categoría?

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